Esta edición tiene como idea original la unión de todo el territorio, planteando una prueba que recorra todo Aragón, integrando diputaciones, ayuntamientos, comarcas y clubes ciclistas. Por ello se propone el enlace de las tres provincias, sus capitales y el Pirineo aragonés como escenario final.
Otro de los principales objetivos es que la carrera sea participativa. Para esto se propone un programa de voluntariado que involucre a todos los clubes ciclistas de Aragón, que son parte activa en la organización.
Las bonificaciones en los sprint especiales y en las llegadas de las etapas, harán de juez para la imposición de los primeros maillots de la prueba y condicionarán la estrategia de los líderes en la última etapa.