Los abanicos en los últimos treinta kilómetros han reducido a una veintena de corredores los favoritos para llevarse esta Vuelta Aragón 2019, con un grupo delantero en el que se imponía en la meta de Calatayud, tras 182,6 kilómetros desde Andorra, Justin Jules (Walonie) -hijo del mítico Pascal Jules, compañero muchos años de Laurent Fignon- por delante de Thomas Boudat (Total Energie) y de Eduard Prades, del Movistar, posiblemente uno de los equipos que más partido haya sacado de la jornada, ya que también colaba a Marc Soler y a Jorge Arcas, podio como mejor aragonés, pero con más aspiraciones.
En el mismo lado de la balanza, equipos como Total Energie, que también colaba al veterano Rein Taraamae, al Vital Concept, con Pierre Rolland, o el Burgos-BH con Jesús Ezquerra y Diego Rubio; por el contrario, el Caja Rural-Seguros RGA solo colocaba al ruso Sergei Chernetzki, mientras que el Euskadi Murias, a nadie. Y dados los 41 segundos de diferencia en meta, es difícil que la victoria no corresponda a uno de estos veinte ciclistas.
Tras el corte de cinta a cargo de la consejera de Educación y Deportes, Maite Pérez, del director general, Javier De Diego, y de la alcaldesa de Andorra, Sofía Ciércoles, la salida se daba como están previsto con quince minutos de adelanto, previendo las malas condiciones climatológicas debidas al viento. Pero la lluvia también se sumó y aunque en los primeros compases de la etapa desapareció, el cielo completamente encapotado hacía prever que reaparecería más tarde que temprano. Y así fue.
Pero antes de ese momento, ya se había pasado por el sprint especial de Albalate del Arzobispo, con Dimitri Peyskens (Wallonie), primer líder de esta clasificación a la postre, unos metros por delante del pelotón liderado por Jokin Aranburu (Fundación Euskadi) y Angel Madrazo (Delko Marseille), llevándose las primeras bonificaciones el día. Y acto seguido, la escapada de los cuatros valientes del día -porque el viento y el agua así lo certificaban-, con Txomin Juaristi (Fundación Euskadi), William Guzmán (Inteja), José Manuel Gutiérrez y Mikel Ugarte (Guerciotti), que llegarían a tener hasta 13:30 en el km. 55.
Durante algunos minutos estuvo intercalado -adelantado hasta dos minutos- el belga Mahijs Paaschens (Walonie), aunque su situación se antojaba absolutamente provisional y en el km. 71 era neutralizado, con el pelotón reduciendo su desventaja a nueve minutos.
Fue sobre el km. 90 cuando cambio el viento y cesó algo la lluvia cuando comenzó a bajar rápidamente la diferencia, quedándose en 3:30 en el km. 105, aunque dura te algunos minutos el pelotón contemporizó, esperando que el puerto de Paniza terminase con la aventura. Y en efecto, la subida rompió la escapada, quedando por delante Gutiérrez y Juaristi, primero separados por unos segundos y luego de nuevamente juntos, mientras que los otros dos fugados caían al pelotón, que se situaba a dos minutos. Por lo menos ‘Galluco’ se llevaba el maillot de líder de la montaña.
Parecía que cántabro y vasco podrían tener algunos minutos más de aventura, pero el viento de costado rompía el pelotón en tres grupos y con ello, las últimas ilusiones de los dos escapados que veían rápidamente reducida su renta, y en el km. 144, decían adiós a su escapada.
Por delante, una veintena de corredores, destacando la presencia de hasta cuatro ciclistas del joven equipo Wallonie, aunque Movistar también colocaba a cuatro corredores -aunque Jaime Castrillo se descolgaría por un problema mecánico-, estando también el Total Energie y el Vital Concept en una buena situación, aunque no Caja Rural-Seguros RGA o Euskadi-Murias, que fue quien más tiró del segundo pelotón.
Las diferencias llegaron a ser rápidamente de 55 segundos y bajarían a 15 a siete de la llegada, aunque el callejeo final por las calles de Calatayud beneficiaba a los de delante, que aumentaban nuevamente su renta, a 41 segundos. De cara al sprint, Jules tenía plenamente confianza en sus opciones, “porque soy rápido. Al que más temía es a Boudat, porque le conozco bien, pero había otros ciclistas a los que conozco menos, pero he lanzado bien el sprint. Buen trabajo de mis compañeros en la parte final, ya que sabíamos que podía haber abanicos”.
Mañana, segunda etapa, y la jornada más complicada, orográficamente hablando, con 182,6 kilómetros de Sádaba a Canfranc Estación, con cuatro puertos de montaña, destacando tanto las subidas como las bajadas de San Juan de la Peña (segunda, km. 133,5) y de Oroel (segunda, km. 154,6). Después, una carretera que pica hasta el final, donde puede haber reagrupamiento…. O no. El protagonismo, de los corredores.
Toda la información de la carrera podrá ser seguida en nuestra cuenta de Twitter @Vuelta_Aragon, con el hashtag #VueltaAragon2019.
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