Con Jorge Arcas terminamos el repaso de los ciclistas de nuestra región que la próxima semana afrontarán la Vuelta Aragón. Le habíamos dejado para el final ya que cabía la posibilidad de que no corriese en ‘casa’… si se confirmaba su selección para el Giro de Italia. Desgraciadamente no ha sido así y el de Sabiñánigo no estará el sábado en la salida de la ‘corsa rosa’, sino que competirá en Vuelta a Madrid antes de afrontar Vuelta Aragón, junto a los otros tres corredores de la región.
“¿Decepcionado? No. Lo he peleado hasta el final y en ese sentido sé que lo he dado todo, pero no ha podido ser, han apostado por otro tipo de corredor. Y es que es bastante complicado poder correr una ‘grande’ en un equipo como Movistar, ya que somos mucha gente para poder ir”.
De esta forma se abren las puertas para poder correr en agosto la Vuelta a España. “Tengo una espina clavada, ya que la corrí hace dos años, pero tuve una caída, por lo que lo pasé bastante mal hasta que tuve que abandonar”. Y mucho antes de eso, la oportunidad de correr ‘en casa’.
“Mi preparación iba encaminada hacia el Giro. He corrido mucho este mes y en carreras muy diferentes como Roubaix, Castilla y León o Romandía. Sé que puedo llegar muy bien de forma. Primero toca hacer Madrid y luego en Aragón, a hacer una buena carrera. El año pasado salía de una lesión –una fractura de radio en Flandes-, por lo que llegué muy corto de forma. Este año llego con muchas ganas e intentaremos tanto Jaime (Castrillo) como yo dejarnos ver”.
Poco a poco, Arcas se está consolidando como uno de los grandes corredores de equipo del Movistar, en esta su cuarta temporada en la máxima categoría. “En el equipo están contentos con la labor que hago, con ese trabajo que se ve poco, pero resulta necesario para tus compañeros. Noto que voy progresando poco a poco, aunque haya tenido alguna lesión que me haya cortado. Pero no hay que acomodarse, y hay que aprovechar las oportunidades que tenemos para dejarnos ver”. Por ejemplo, en el reciente Tour de Romandía, en el que fue protagonista de una escapada en la primera etapa. “Tuve la oportunidad de meterme en la fuga, en una etapa que parecía para los esprinters, y nos entendimos muy bien. La pena es que Küng estaba muy fuerte y se fue al final. Pero fue una forma distinta para mí de afrontar una carrera”.
Y ese protagonismo es el que intentará buscar la próxima semana en Vuelta Aragón. “En teoría nuestros corredores fuertes deben ser Carlos Barbero, si está recuperado de su caída, y Eduard Prades, y trabajaremos para defender sus opciones, pero la etapa de Canfranc es muy bonita e intentaremos buscar la oportunidad de brillar”.
De todas formas, el de Sabiñánigo considera que todas las etapas pueden resultar duras. “No hay una gran subida como Cerler el año pasado, pero San Juan de la Peña y Oroel resultan duros y luego el terreno hasta Canfranc pica. La primera etapa no la conozco tanto, pero son carreteras rugosas, de las que se pegan y hacen daño. Y la de Zaragoza ya lo vimos el año pasado, lo dura que puede hacerse si sopla el viento”.
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